Recuerdas cuando decían (y dicen) que el calor emitido por un motor NO afectaba el clima, y que sólo el CO2 lo hacía? ¡Pues resulta que no es verdad!
El efecto de la islas de calor y como están siendo tomadas en cuenta con mucha atención para los nuevos planeamientos urbanos, es una gran prueba de que SÍ existe CGA (Calentamiento Global Antropogénico) – Y es que un CRASO ERROR ha sido cometido hasta ahora por las autoridades en el tema. Al final SÍ debiamos fijarnos en el calor adicional producido por todas nuestras actividades, desde la industria, especialmente el acero y las centrales eléctricas, pasando por la aeronáutica, hasta cada aparato doméstico en los hogares, así como toda forma de climatización artificial, sea para calentar o refrescar.
Cada hogar y vehículo produce calor y en el caso de los vehículos es directa desde el radiador y más desde que se implantaron normas sobre emisiones, porque para disminuirlas el motor debe funcionar por lo menos 10°C más caliente.
La principal razón es que la atmósfera retiene en gran medida el calor que nos llega del sol impidiendo que nuestras noches sean mortalmente heladas como en la Luna, de hasta -153°C (los gases invernadero sólo exacerban esa retención). Esto hace que parte de todo el calor excesivo producido en el planeta se acumule hasta el día siguiente generando días cada vez más calurosos.
Y se nos sigue diciendo en los medios, sobretodo los patrocinados por poderosos monopolios particulares, que sólo los gases invernaderos eran responsables de esto, pero las nuevas políticas de planeamiento urbano que atacan la formación de islas de calo, demuestran que la generación térmica directa juega un rol importante en el clima.
Así que aunque en el futuro eliminemos la emisión de gases invernadero, si seguimos produciendo exceso de calor con ciudades llenas de islas de calor tal gigantescos irradiadores, utilizando demasiados motores eléctricos (sin emisiones pero generadores de calor), usando calor en demasiadas de nuestras acciones diarias, y sin aumentar la masa vegetal en el planeta que es lo único que se puede “comer” ese calor, entonces no dejaremos de alterar el clima en la tierra con aire más seco, incendios forestales cada vez más comunes, clima tormentoso, inviernos más fríos y veranos infernales, algo que ya estamos sintiendo y entristece nuestras vidas.
En resumen, las islas de calor son todas aquellas áreas sin plantas o cuerpos de agua dentro de la ciudad, y como los vegetales son compuestos por más de 95% de agua, el problema y la solución quedan más identificados: eau, wasser, aqua, water, H2O… ¡AGUA! Ha sido entubada, comercializada y prácticamente censurada su libertad, y ahora debemos hacerla correr abundantemente en las ciudades, tanto corriente a cielo abierto como en forma de savia por las venas vegetales. Tanto en su forma pura, como ríos urbanos, fuentes y canales (¡punto para las futuras ciudades navegables!) … como — y sobretodo — en su forma viva, más evolucionada y grupal: Árboles y bosques, porque recuerda que ellos son la bombas bióticas que atraen las lluvias y el buen clima!
Ahora después de conocer esta necesaria verdad, debemos encarar los nuevos desafíos de saber cuánto calor puede producir las personas y empresas para no afectar negativamente el clima, cuanta superficie biosintética debemos recuperar para compensar el daño producido, entre otros, así como reescribir millones de terabites de información escolar, pública y científica, reeducar educadores y formadores de opinión y…
¡Ah! legislar para que los medios estén obligados a informar esta importante verdad. ¡Hagamos cada uno su parte!
Más información: https://www.skepticalscience.com/urban-heat-island-effect-basic.htm
Ilustración Original: Árvore, Ser Tecnológico
