Las áreas forestales en pedazos o fragmentadas inhiben el flujo de animales, lo que reduce el tamaño de la fauna nativa, además de dificultar el intercambio natural de polen y semillas, comprometiendo procesos ecológicos y la dinámica de las especies. El área de bosque a menos de 1 km de la orilla es la más vulnerable. Además de la mayor incidencia de la luz solar por los bordes (que aumenta la temperatura del suelo y disminuye la humedad), el entorno sufre con la deforestación y apertura de claros, llegando a perder hasta 75% de su biodiversidad natural. Cuando el fragmento de bosque está aislado y tiene un área muy pequeña, no logra acoger una población mínima de ciertas especies de fauna y flora, lo que es prácticamente una condena a muerte.
Más info:
«La fragmentación amenaza el 70% de los bosques nativos, según estudio» – Folha
«¿Qué es la fragmentación» – O Eco
Esta es una adaptación al español y contexto chileno por Diego Weissel del original de Árvore, Ser Tecnológico o Água, Sua Linda. © Creditos: Patrícia Kalil (periodista) y Tom Bojarczuk (diseñador) inspirados en el informe sobre el Futuro Climático de la Amazonía del científico Antonio Donato Nobre, con el apoyo de Zaba Moreau.