Si consideramos los genes y su información como una forma de inteligencia, que en el caso de nuestro genoma equivale a unos 106 volúmenes de la Enciclopedia Británica, entonces estamos frente a una inteligencia superior en su majestad la sangre vegetal, la savia, que es subida por el xilema a una altura equivalente a 30 pisos en el caso de los árboles más grandes como la sequoia Sempervirens, de más de 115 metros de altura! para luego bajarla de vuelta a las raíces por el floema.
Los xilemas son verdaderos «elevadores» de la savia bruta (agua + minerales) que las raíces captan debajo de la tierra por las raíces. Este jugo nutritivo sube hasta encontrar las hojas en la copa a las que entrega los nutrientes que necesitan para vivir y funcionar.
Y las hojas, que pasan el día al sol fotosintetizando glucosa, intercambian entonces esa glucosa por la savia cruda, que ahora rica en carbohidratos continua por el floema a alimentar el resto del árbol!!! y a nosotros si alguna fruta termina en nuestra barriga, ñam ñammm… 🙂
¡Eso sí es sabiduría genética!
Traducción libre dela fuente en Árvore, Ser tecnológico: https://goo.gl/zxbVws por Diego Weissel.