Es el primer análisis cuantitativo (en cantidades) de este tipo en la historia, dirigido por biólogos de la Universidad de California en San Diego, y publicado el 10 de enero 2018 en Proceedings of the Royal Society B.
El informe reunió información de 80 redes de interacción planta-polinizador. Los resultados identifican claramente a la abeja (Apis mellifera) como la visitante más asidua de flores naturales (no cultivadas) en todo el mundo. Las abejas aparecieron en el 89% de las redes de polinización en lugares donde son nativas y en el 61% donde han sido introducidas artificialmente.
Una de cada ocho interacciones entre una planta no agrícola y un polinizador es protagonizada por la abeja, reveló el estudio. La importancia global de este precioso animalito se destaca aún más si tomamos en cuenta que es sólo una de las decenas de miles de especies polinizadoras en el mundo, que incluyen avispas, moscas, escarabajos, mariposas, polillas y otras especies de abejas.
«Los biólogos ya sabían que las abejas están en casi todo el planeta, pero con este estudio, ahora vemos en términos cuantitativos (en números) que en realidad son los polinizadores más exitosos del mundo«, dijo Keng-Lou James Hung*.
Las abejas son nativas de África, Oriente Medio y el sur de Europa y se han naturalizado en los ecosistemas de todo el mundo como resultado del transporte intencional de los seres humanos. Si bien las poblaciones de abejas de miel silvestres pueden ser saludables en muchas partes del mundo, los investigadores están preocupados porque la salud de las colonias de abejas de miel manejadas está amenazada por factores como pérdida de hábitat, pesticidas, enfermedades, parásitos y el cambio climático.
«Aunque parecen tener un impacto poderosísimo en los ecosistemas naturales, curiosamente entendemos muy poco acerca de los efectos ecológicos de la abeja en los sistemas no agrícolas», dijo el coautor del estudio, David Holway**. «Mirando hacia el futuro, este estudio plantea muchas preguntas nuevas».
Por ejemplo en San Diego, donde las abejas melíferas (honey bees) no son nativas, estas son responsables del 75% de la polinización de plantas nativas, el mayor porcentaje encontrado en el conjunto de redes examinadas para regiones donde fueron introducidas, a pesar de ya haber más de 650 especies de abejas aborígenes en el condado de San Diego, así como muchos otros insectos polinizadores nativos.
«Las consecuencias de este fenómeno para las plantas nativas que no evolucionaron con la abeja y para las poblaciones de polinizadores de insectos nativos merecen ser estudiadas», dijo Joshua Kohn, autor principal del estudio.
«Nuestro estudio también confirma muy bien algo que los biólogos de la polinización han sabido durante mucho tiempo: incluso en presencia de una especie muy abundante que poliniza muchas plantas, aún así hacen falta poblaciones saludables de otros polinizadores para que comunidades enteras de plantas reciban servicios adecuados de polinización.» dijo Hung.
La razón de esto, señaló Hung, es que en los hábitats donde las abejas de miel están presentes, de todas formas no logran visitar casi la mitad de todas las especies de plantas que necesitan polinización animal, en promedio.
…O sea ¡Necesitamos aún más abejas!!! 🐝🐝🐝
«La enseñanza de este estudio es que, si bien es importante continuar investigando cómo mejorar la salud de las abejas de miel en el contexto agrícola, debemos comprender mejor cómo esta especie cosmopolita y exitosa afecta la ecología y la dinámica evolutiva de plantas y especies polinizadoras en ecosistemas naturales», dijo Hung.
*Keng-Lou James Hung: Dirigió el estudio como estudiante graduado en la División de Ciencias Biológicas de la Universidad de California, San Diego. Ahora es investigador postdoctoral en la Universidad Estatal de Ohio.
**David Holway: Profesor y presidente de la Sección de Ecología, Comportamiento y Evolución, División Ciencias Biológicas, Universidad de California, San Diego.
Basado en el artículo «Worldwide importance of honey bees for natural habitats captured in new report» (EE.UU. y de la ilustración de Árvore, Ser Tecnológico (Brasil) por Diego Weissel